Abstract
Debemos precisar que la tortura constituye la más grave de las violaciones a los derechos fundamentales de los seres humanos. Destruye su dignidad al degradar su cuerpo y causar heridas, muchas veces irreparables, en la mente y el espíritu de las personas. Las nefastas consecuencias de esta atroz violación de los derechos humanos se extienden a la familia de las víctimas y a todo su entorno social. Mediante la utilización de la tortura, los valores y principios sobre los que se asientan la democracia y toda forma de convivencia humana pierden significado y vigencia.
Empero, no obstante los esfuerzos hechos, en materia de prevención, los avances no han sido los suficientes, tanto en el ámbito nacional como en el regional